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Elaboración de papel vegetal

Articulo de el http://www.portonartesano.com.ar

Autor Anace
Fotos: ArteFacturas

Utilizar recipiente de acero inoxidable o enlozado, amplio y profundo, preferentemente con tapa.



Utilizar un palo largo para revolver.
Hacerlo siempre manteniendo el brazo estirado, utilizar guante en la mano que se utiliza para revolver.
Nunca acercar la cara a los vapores que larga la olla. La soda cáustica es altamente tóxica.
El ambiente debe estar todo lo ventilado que se pueda. Nunca realizar esta operación si no es posible ventilar permanentemente.

Preparación del vegetal:
En general, se cortan en pequeños trozos, se pesa lo obtenido y se agrega al agua fría 12% de soda cáustica por kilo de vegetal seco. De todos modos, este porcentaje siempre dependerá del vegetal en cuestión.


Lexiviación:
Pulpa a la soda o química.
Â"La lignina es el constituyente intercelular incrustante o cementante de las células fibrosas de los vegetales. Se concentra en la laminilla media y funciona prácticamente como relleno para impartir rigidez al tallo de la planta. Representa el 30% de los componentes del vegetal. Si se eliminan las celulosas, los carbohidratos, los azúcares, las sales inorgánicas, las proteínas, sólo resta esa sustancia péptica que será preciso separar por medio de procesos químicos para obtener la pulpa. (...) Las ligninas son polímeros mixtos de moléculas grandes ramificadas y resistentes, tanto al ataque de las substancias químicas como a la acción de los microorganismos. Sin embargo, es disuelta por los reactivos sódicos y por el cloro, que la convierten en subproducto soluble en agua.Â" (F. L. Anaya)
La eliminación de la lignina y de los demás elementos no fibrosos se realiza cocinando el vegetal en un medio alcalino desintegrante como la soda cáustica.
Hidróxido de sodio = soda cáustica. Carbonato de sodio = Soda Solvay
Proporción: 2 cucharadas por kilo de vegetal seco o de 10 a 12% por kilo de vegetal seco, listo para su cocción.

Cocción de fibras vegetales:
El ciclo de cocción se cumple hirviendo el vegetal continua y uniformemente hasta alcanzar los 100º C. Llegado a este punto, el calor deberá rebajarse a valores sólo indispensables para mantener el contenido en ebullición. Cuando se prolonga el hervido por demás, la pulpa puede quemarse o resultar ardida. Toma un tono marrón, debido a la concentración de la lignina y por el excesivo índice de alcalinidad.
Con cuidado, sacar unos trocitos de la cacerola, aplastarlos suavemente en la punta de los dedos. Si el trozo se desintegra separándose en fibras, estará listo.
El proceso finaliza con un importante lavado de la fibra resultante. Tener cuidado que la fibra no se vaya por el resumidero. Una gasa cubriendo el colador lo evita y además, permite remover a mano la fibra para su mejor enjuague.
pH: por debajo de 7: acidez, existencia de cloro, el papel envejecerá rápidamente; por arriba de 7: alcalino, existencia de soda residual, puede haber dificultad para encolar.
La soda cáustica puede ser sustituida por cenizas, es menos tóxico. La cantidad aumenta, ya que el concentrado (química del producto) es diferente.
Funciona bien la ceniza de cerezo, encino y parra. La de maderas blandas no es conveniente.

Métodos para el desfibrado:

a) La procesadora manual (o licuadora) corta la fibra. Dado que es la herramienta más utilizada, atento al costo de una pila holandesa, es necesario procesar lo indispensable. Es conveniente menos que más. Para medir el largo en que está quedando la fibra, sacar un poquito, dejarla afuera y recomenzar. Luego comparar. Mientras más corta es la fibra, más endeble es el papel. Existe además el molino de rulos o ruedas, que es como la mezcladora de albañilería, el molino de bolas y la pila holandesa.
b) El método más antiguo consiste en desfibrar con un mazo, parecido a los que se usan para ablandar la carne. Con el mazo la fibra se mantiene en su largo porque éste trabaja por aplastamiento. Trabajar el montón de fibra como si fuera hojaldre, o sea, doblándolo sobre sí mismo cada vez.
Para ello, una vez lavada la fibra que ha sido cocinada, trabajar en la Â"mesaÂ" hecha con una caja de cartón a la que se le saca un sólo lado. Apoyar dentro una tabla para golpear encima. Los costados se pueden cubrir con nylon para recuperar con más facilidad lo que salta al golpear. Esta es una tarea laboriosa, que lleva muchas horas, pero es tal vez la mejor forma de hacerlo.
Si se ha tenido la precaución de procesar poco, se puede entonces combinar en la batea fibras procesadas a mano (largas) con las desfibradas con procesadora eléctrica (más cortas).

Blanqueado de fibras:


Antes de teñir una fibra, ésta debe ser blanqueada porque de lo contrario el color toma poco o mal. La fibra ya cocinada y limpia se blanquea con cloro pero es conveniente poner poco e ir viendo el resultado y una vez obtenido, se debe lavar muy bien antes de seguir.
De ser necesario al medir el PH, neutralizar con neutralizador para peceras o con bicarbonato de sodio. Si queda cloro en las fibras, la celulosa podría oxidarse y volver amarillo y quebradizo al papel.
Â"El tiempo de reacción depende de la cantidad de cloro adicionado a la pulpa, de la consistencia de la misma y de la temperatura ambiente. La reacción procede rápidamente y durante los primeros quince minutos se consume del 80 al 90% del cloro agregado. Aumentando el dosaje del reactivo, disminuye el tiempo requerido para el desarrollo del proceso; de la misma manera, incrementando la temperatura se acortará el lapso. Sin embargo esta aceleración puede tener un efecto adverso o negativo sobre la calidad final de la pulpa. Después del blanqueo, debe efectuarse un lavado prolijo para eliminar el ácido clorhídrico y también los subproductos residuales solubles formados durante la operación.
La mayoría de las pulpas se cloran a baja consistencia (2 a 5%) y a una temperatura también relativamente baja (20 a 30º C). Teniendo en cuenta la rápida declinación del poder del reactivo, se aconseja un tiempo de retención de 45 a 60 minutos, tanto en la solución clorada como en el hipoclorito sólido (cloro en cal diluida). (...) La resistencia a la tensión disminuye notablemente cuando se produce el sobreblanqueo.Â" (F. L. Anaya)
Agregar a la fibra ya lavada, carbonato de calcio (que también sirve para neutralizar el cloro). Esta sustancia sirve como carga y puede usarse la fibra sin enjuagar. La deja muy suave al tacto.
Proporción: 4 gr. por c/100 gr. de material seco; 4 cucharadas de te por c/500 gr. de material seco. Es insoluble, por lo q hay q mezclar muy bien.
El carbonato de magnesio también neutraliza: 50 gr. por litro.
Otra forma: blanquear con peróxido de hidrógeno (agua oxigenada)+ agua: las fibras deberán estar varios días en la solución, quedando brillantes.
Contracción de fibras vegetales:

Las fibras celulósicas poseen diferentes grados de contracción (+ el ajo, Â- el formio). Esto está relacionado con el largo, ancho y espesor de la fibra, que también varía de acuerdo al vegetal.
Para disminuir la contracción de las más rebeldes:
1) más grado de refinamiento de la pulpa, el exceso puede debilitar el papel.
2) el prensado de las hojas semi húmedas entre paños de buen espesor, durante una semana aproximadamente. Las fibras Â"memorizaránÂ" su posicionamiento en la hoja a presión.
3) como alternativa, disminuir la proporción de fibras en la batea y aumentar la proporción de cargas (gelatina sin sabor, 15 g por veinte litros de agua aprox. carbonato de calcio ídem , almidón de tapioca ídem).

Color en fibras, algodón o linter de celulosa:
Se obtiene color
* químicamente (con anilinas comerciales, según instrucciones del paquete).
* papel creppé, cartulinas, papeles del color elegido: el papel elegido se pone en agua caliente apretándolo para que largue el color. Se fija con alumbre.
* telas que destiñan, fijar con alumbre.
* pulverizar colores al pastel de buena calidad.
* jugos vegetales: cebolla, yerba, remolacha, jarillas, semillas, etc.
* Dylon (nombre comercial).
La utilización de alumbre puede acidificar la mezcla. De ser necesario al medir el PH, neutralizar con neutralizador para peceras o con bicarbonato de sodio.
Hervir el vegetal para obtener el color elegido, durante 30 ó 40 minutos. Colar. La saturación de este color dependerá de la concentración que tenga el jarabe del vegetal elegido.
Preparación del alumbre: disolver 10 gr. de alumbre en 1 l. de agua hirviendo. Debe dejarse enfriar. Volcar en el tinte obtenido por hervor.
Se utiliza promedio 100 cm3 de esta preparación por cada 100 gr. de pulpa a teñir con poco agua. Es conveniente mezclar con la procesadora para unificar bien la pulpa con el tinte y el alumbre. Enjuagar hasta que el agua salga lo más limpia posible antes de utilizar.

Bibliografía:
1. LOPEZ ANAYA, FERNANDO. El papel hecho a mano. Elementos de grabado artístico y composición tipográfica. I. S. A. G,.Buenos Aires, 1981.
2. CRIVELLI, RICARDO. Notas sobre papel a mano. Grabart, Buenos Aires 1994.
3. PAPEL. Elaborado en forma artesanal. Ellaraine Lockie. Ed. Parramón
4. EL PAPEL. Técnicas y métodos tradicionales de elaboración. Josep Asunción. Ed. Parramón
5. LIPSHITZ DE BENCHUYA. Papel artesanal. Albatros. Buenos Aires 1997
6. WATSON, DAVID. Como hacer papel artesanal. Celeste Ediciones. Madrid 1996.
7. DELAMARE, F. Los colores. Historia de los pigmentos y colorantes. Edic. Barcelona 2000.
8. STRAMIGIOLI, CELESTINA. Teñido con colorantes naturales. Galerna. Buenos Aires 2000.

 

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